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Colegio El Roble en Interlomas Estado de México.

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Adolescencia, ¿Oportunidad o tormento

La descripción de puesto de un adolescente

La adolescencia es una etapa que conlleva emociones, retos y experiencias únicas e irrepetibles. Podemos ponernos nerviosos, inquietos y hasta aterrorizarnos por lo que estamos viviendo o incluso con lo que pensamos podrá presentarse en la convivencia con un joven. En estas próximas líneas puntualizaré lo que está incluído en la descripción de puesto de un adolescente y el antídoto, para que al final de este periodo nuestro adolescente regrese a casa sano y salvo. Recuerda que esta etapa es especial porque reúne la vitalidad y energía de nuestros jóvenes con su idealismo. Dicha combinación culmina en la construcción de un joven listo para enfrentar la vida.

Para empezar, iré a la raíz de la palabra adolescencia, contrario a lo que muchas personas pensamos, la adolescencia no es adolecer de….., la palabra adolescencia proviene del latín, del prefijo ad, que significa hacia. Por otro lado, olescens, olesco, olescentia, etc., todas estas palabras significan crecer. En otras palabras, la adolescencia significa literalmente “hacia el crecimiento”. Es una fase decisiva, creadora y poderosa que ayuda al florecimiento del ser humano. Esta etapa corresponde de los 13 a los 17 años, mientras que la transición de la adolescencia para la adultez es de los 17 a los 20 años.


Entonces, ¿Qué está en la descripción de puesto de un adolescente?

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Se separan de tí. El proceso psicológico que implica la adolescencia requiere alejarse de los adultos, en especial de papá y mamá. Es en esa distancia que consolidan su identidad, su autoconocimiento y su personalidad. Toman distancia pero en el fondo siguen conservando tu modelaje, tus enseñanzas, las experiencias, los valores y los hábitos que le inculcaste.

 

 

Antídoto: Respeta la distancia, no seas indiferente y mantente cerca pero de otra manera. Conversa pero no juzgues o uses el sermón; observa pero no seas inquisitivo, identifica cambios que pudieran ser peligrosos pero no seas invasivo. Platica de tus experiencias más que preguntar sobre las de él. Aprende a hacer preguntas poderosas*. ¡Escucha, escucha, escucha! Escuchar sin interrumpir y con el corazón en la mano nos ayuda a comprender. Escuchar no implica conceder.

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  1. Son impulsivos. Su cerebro, en especial el lóbulo frontal encargado de planear, anticipar, organizar, verificar, reflexionar, etc, no ha terminado de madurar. Las experiencias y el aprendizaje sobre las mismas propicia su madurez alrededor de los 20-25 años de edad aproximadamente. Por este mecanismo totalmente fisiológico tu adolescente será impetuoso e impulsivo.
 

Antìdoto: Sé empático con su inmadurez cerebral. Ayúdalo a planear o acércale las herramientas para que èl las utilice para anticipar, planear, etc. Sin embargo tu adolescente se equivocará, su impulsividad le hará cometer errores y será vital que lo ayudes a enfrentar la consecuencia de sus actos, que responda, que repare la falta y que aprenda. Si tú le solucionas todo,  él nunca aprenderá a reflexionar sobre sus acciones, ni a enfrentar las consecuencias de las mismas. Vivir su consecuencia y responder ante ella es la mejor manera de aprender. No cometas el error de castigar con lo que más le duela a tu adolescente, eso sólo lo alejará emocionalmente de tí y lo más grave: no habrá aprendido. La consecuencia debe estar ligada a la falta. Por ejemplo, si reprobó por no estudiar y estar en videojuegos o fiestas,  la consecuencia es que tendrá que asignar espacios adicionales de repaso y estudio.

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    1. Son retadores y se resisten a las reglas. En esa búsqueda de autonomía e independencia desafían las reglas, las normas y lo establecido. Con frecuencia terminan obedeciendo pero colateralmente responden o con miradas incómodas ó azotando puertas, ó refunfuñando.
     
     

    Antídoto: Mantén la estructura, establece los acuerdos con ellos. Ellos necesitan de todo lo anterior, eres como el exoesqueleto de los insectos. Sin ese sostén los adolescentes son frágiles y más vulnerables.  No cometas la equivocación de querer ser su amig@, tu hij@ tendrá muchos amig@s pero papá o mamá sólo uno, no renuncies a ese rol que te tocó jugar y que es imprescindible e insustituible. Al establecer la estructura, no cargues el acuerdo de alguna emoción negativa, todo lo contrario, sé empátic@, verbaliza que entiendes su sentir y que la regla acordada es un elemento que favorece la convivencia y la seguridad.

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  1. Están en duelo.  El adolescente pierde su cuerpo, su fisonomía cambia casi a diario, deja atrás a su infancia, nota que sus papás no son los superhéroes como antes lo suponía. Todas esas pérdidas, entre otras, marcan una clara etapa de duelo.
 
 

Antìdoto: Sé empátic@ nuevamente y reconoce que tú también estás en duelo. Tú también perdiste a tu niñ@ pequeñ@, dócil, obediente, tiern@ y que quería agradarte en todo. Aceptar que la situación es tal como es, nos libera de expectativas o de supuestos que deberían de ocurrir, pero que no corresponden con la realidad

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  1. Buscan la libertad. La libertad es el camino que permite que fluyan sus talentos, capacidades y habilidades. Generalmente defienden su libertad, pero no la ligan con la responsabilidad.
 

Antìdoto: Vincula siempre la libertad a la responsabilidad, ya que el efecto social de la responsabilidad será la confianza. Brinda a tu adolescente un rol, trabajo o “job” con el cual colabore en casa, de hecho lo ideal es que en cualquier etapa lo tengan. Pero muy importante ese trabajo NO se paga. Si le quieres dar una mesada es válido pero nunca ligado al job con el que colaboran en casa.

 

 

Finalmente cierro este artículo invitando para que veas a tu adolescente a los ojos, notar en lo más profundo de su ser lo que han construído juntos durante todos esos años; entender en esa mirada que ell@s necesitas de esta etapa para transitar a la adultez, que se va enfrentar a retos, que es importante estés tú ahí como ese faro que alumbra en la costa, para que tu adolescente regrese a puerto seguro al final de la travesía. Regresará con talentos, con habilidades, empoderado para perseguir su propósito de vida para tener una vida plena, que implica sentirse aceptado, estar conectado con personas significativas en la vida y finalmente ser productivo. Ama y acepta a tu adolescente

*Algunas preguntas poderosas que puedes hacer a tu adolescente:
1. A dar razones:

¿Por qué dices esto? ¿Qué te hace pensar que…? ¿En qué te fundas para pensar que…? ¿Puedes proporcionarme una razón para apoyar lo que pretendes? ¿Podrías decir algo para probar tu punto de vista?

2. A evaluar si la razón que han dado es buena:

¿Piensas que esa es una buena razón? ¿Por qué piensas que tu punto de vista es correcto?

3. A definir los términos que emplean:

Cuando utilizas esa palabra ¿qué quieres decir? Si una cosa es… ¿Cuáles son sus principales características? ¿En qué se diferencia de las demás?

4. A encontrar las consecuencias de lo que han dicho:

De lo que has dicho ¿qué sigue? Si haces eso, ¿qué crees que pasará?

5. A tener en cuenta los diferentes puntos de vista:

¿Cómo puede ponerse de acuerdo lo que tú dices con lo que dice x? ¿Qué relación puede haber entre lo que dice x y lo que dices tú?

6. A buscar una solución a esa divergencia:

¿Es posible buscar otra solución? ¿Pueden ser las dos opiniones verdaderas? ¿Cómo podemos decidir quién tiene la razón? ¿Puede ser que valga para unos casos y no para otros?

7. A buscar ejemplos que desmientan lo que han dicho o que lo confirmen:

¿Hay algún caso que nos permita pensar que lo que dice X no es verdadero? ¿Puedes ponerme un ejemplo de lo que dices?

Eloisa Molina
Directora de Upper School

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